"El exceso de trabajo no justifica nunca la falta de talento"

lunes, 16 de enero de 2012

Allí donde empieza mi reino


No son palabras lo que concedo;
Yo firmo con mis uñas;
Con anhelo.
Y espero...
Que si al escribir en mis carnes
La sangre cubre mi pecho,
El corazón se verá sincero;
Feo, pero latiendo.

En mis manos lo ofrezco;
Tras el desespero lo lanzo al vuelo,
Lejos; allí donde no hay camino
Ni pasos furtivos
Empieza mi reino.

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