"El exceso de trabajo no justifica nunca la falta de talento"

lunes, 15 de agosto de 2011

Perdido



Oprimo mi calma con el puño cerrado
Tratando despertar la ira
Porque la locura la acabé soltando.


No soy mi miedo en un espejo,
De momento,
Aunque me terminaré mirando.


Si por gritos la razón
Y la ira no concuerdan,
Qué hago yo
Frente a mi sombra
Maldiciendo su postura.


Al otro lado,
Cogiéndome yo de las manos,
Sigo sin despertar
Aunque los ojos
Nunca los halla cerrado.






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